miércoles, 25 de noviembre de 2009

“Adviento”, carta de Mons. José Sánchez

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Con este domingo, 29 de noviembre, comienza el santo tiempo del Adviento- Es tiempo de preparación para celebrar dignamente la Venida del Señor en el misterio de la Navidad. Los textos de la liturgia – lecturas, oraciones, antífonas, himnos…- están muy bien escogidos y nos van introduciendo gradualmente en la Navidad del Señor, a fin de que ésta constituya un acontecimiento personal y comunitario de primer orden.

Una manera muy apropiada para prepararnos para la Navidad y celebrar el Adviento es siguiendo los textos de la celebración eucarística y de la Liturgia de las Horas, De este modo, nos identificamos con toda la Iglesia que espera, anhela e invoca la venida de su Señor y se prepara espiritualmente para recibirlo.

Al pronunciar y meditar los textos de la Sagrada Escritura, de los Santos Padres y de la Liturgia de la Iglesia nos sentimos identificados también con los creyentes del Antiguo Testamento. Creyeron, esperaron y anhelaron la Venida del Mesías y, aunque no lo conocieron, a excepción de unos pocos de sus coetáneos, como Juan el Bautista, María y José, la sola esperanza en su venida y la súplica anhelante les hacían mantener la tensión religiosa y experimentar el gozo anticipado.

Nosotros hemos sido privilegiados con respecto a los Patriarcas y Profetas, que desearon ver lo que nosotros vemos por la fe y experimentamos por la acción del Espíritu; a saber, la presencia salvadora del Señor, que ya vino a salvarnos y a la que tenemos acceso en la celebración litúrgica, en la oración, en la práctica de los sacramentos, en la acción caritativa…

Por más que nos embarguen el legítimo afán por preparar bien la celebración de las fiestas de la Navidad y cumplir con los obligados compromisos en esos días, hemos de cuidar, sobre todo, el aspecto espiritual de la celebración personal y comunitaria del gran acontecimiento del Nacimiento del Señor, nuestro Salvador.

Para ello nos ofrece el Adviento una excelente ocasión. En este tiempo, hemos de intensificar nuestro trato con el Señor, encontrar más tiempo para la oración, para la práctica de los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía, para la participación en la santa Misa, para acompañar a la Virgen en su espera y esperanza, para acercarnos más a nuestros hermanos, especialmente a los más necesitados, en los que el Señor viene también a nuestro encuentro.

Con esta preparación, es más fácil celebrar la Navidad auténtica. Es una fiesta demasiado importante como para improvisar su celebración. Que la excesiva preocupación y ocupación y el afán por tenerlo todo preparado para la fiesta de familia y para cumplir con otros múltiples compromisos propios de estas fiestas, no nos roben todo el tiempo que también necesitamos y que se nos ofrece para templar nuestro espíritu ante la inminente Venida del Señor.

Os saluda y bendice vuestro Obispo
+ José Sánchez González
Obispo de Sigüenza-Guadalajara



http://www.agenciasic.es/2009/11/24/adviento-carta-de-mons-jose-sanchez/

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